jueves, 14 de mayo de 2015

De sacrílega natura (aumentado y pasado por censor)




Sí. Tu amor paternal

he cambiado, sin más,

por insigne chacal.




De un padre, no espero

cuchillo en la espalda

ni, al cuello, dogal.




Me caso. Prometo

magnífica dote

en contrato nupcial.




Mortal dividendo

me obligo a pagarle:

Mi espíritu vendo.




Termino cansado

de oscuras verdades

que ya no entiendo.




Y toda semilla

que tú a mí diste

está pereciendo.




Bebiendo a Lilith:

súcubo atrayente,

perversa meretriz.




Así, te arroja

fatal desacato

tu nuevo infeliz.




¡Sacro descuidero!

De mi amor, te vales

al mínimo desliz.




¡Lombriz manzanera!,

que ni, a mi mordisco,

avisas siquiera.




Me robas la rosa

de aquellos rosales;

mas no, una cualquiera.




Y tomas mi sangre,

mi carne, mi ser

y mi vida entera.




Austera. Echada.

Sin previo delito,

la llevas confiada.




Rechazo tus luces,

tu credo, tu cruz

y mi alma culpada,




pues ya solo creo

en humo, en polvo,

en sombra, en nada.
















Iván Arrillaga Valero.